Al menos 220 cuerpos han sido recuperados tras un gigantesco alud que sepultó un pueblo a las afueras de la capital de Guatemala hace una semana, sin embargo los cuerpos de rescate siguen buscando a unas 350 personas desaparecidas bajo toneladas de tierra y lodo.
Tras días de persistentes lluvias, parte de un cerro se derrumbó sobre el humilde barrio El Cambray II, en Santa Catarina Pinula, aplastando más de un centenar de casas y enterrando vivos a decenas de personas.
Las autoridades evacuaron a casi 400 personas, la mayoría en albergues abastecidos en parte por los masivos donativos de los guatemaltecos, que han enviado víveres, colchones y ropa para los damnificados de la peor catástrofe que ha vivido el país en una década.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastre (Conred) todavía evalúa cuánto prolongará la búsqueda debido a que la creciente inestabilidad del terreno por las lluvias y los trabajos en la zona, de donde no han rescatado a nadie con vida desde el viernes.
La Fiscalía inició una investigación de oficio para analizar si existen responsabilidades penales por la tragedia, luego de que la Conred dijo que había alertado en al menos dos oportunidades del riesgo de deslaves en la zona, una frondosa quebrada cercana a un río que solía desbordarse por las lluvias.
El gobierno se ha comprometido a construir directamente nuevas viviendas para los afectados en la montañosa nación centroamericana, donde miles de familias viven en zonas de riesgo por desastre naturales como inundaciones, terremotos o erupciones volcánicas.
Excelsior