PEKIN (Reuters) – Pekín prohibirá la construcción de nuevas plantas de refinación de petróleo y acero, de cemento y energía térmica, así como la expansión de proyectos existentes, dijo el Gobierno local en un reciente documento sobre políticas que buscan paliar la contaminación del aire.
El escrito, publicado el miércoles en el sitio de internet oficial del Gobierno de Pekín (www.bjrd.gov.cn), indicó que la prohibición regiría desde marzo.
Aprobado por la asamblea legislativa local la semana pasada, el documento también se compromete a que la capital china reduzca en un 5 por ciento este año las emisiones totales de materia particulada o PM 2,5; componente clave de la contaminación del aire.
Pekín fue golpeada por una peligrosa nube de esmog en enero del 2013, lo que llevó al Gobierno central a prometer nuevas medidas estrictas para mejorar la calidad del aire en todo el país y calmar el descontento social por los costos ambientales del crecimiento económico.
Las nuevas medidas son parte de los esfuerzos del Gobierno local por implementar un plan maestro contra la polución delineado por las autoridades nacionales en septiembre, en el cual China se compromete a reducir su dependencia del carbón y desmantelar la capacidad industrial desactualizada.
El nuevo documento también señala que la ciudad de Pekín ajustará el control de la cantidad total de vehículos en sus calles, y que establecerá zonas donde los combustibles altamente contaminantes como el carbón estarán totalmente prohibidos.
Las compañías que no instalen tecnología de control de emisiones o no cumplan con los estándares ambientales podrían ser multadas con hasta 500.000 yuanes (82.600 dólares), además de que se les retire el permiso de emisión para el año siguiente.