Las autoridades guatemaltecas estudiaron qué hacer en el lugar de un gran deslave que todavía podría sepultar cientos de cuerpos y con una zona circundante de viviendas en su mayor parte intactas que se ha declarado inhabitable.
El área afectada es simplemente demasiado extensa como para excavarla por completa, y podría llegar un momento, como ha ocurrido en otras ocasiones, en el que las autoridades dejan de cavar y declaran la zona donde quedan cuerpos sepultados como un cementerio en la práctica, donde las viviendas enterradas se convierten en las tumbas de sus habitantes.
Las autoridades también buscan qué hacer con los vecinos de la colonia Cambray a las afueras de Ciudad de Guatemala, cuyas casas escaparon al enorme deslave del jueves pero que han visto su vecindario declarado inhabitable por la Comisión Nacional de Reducción de Desastres, conocida como Conred.
«Nos dijeron que se tienen que organizar, que tienen que comprar terrenos», dijo. «Igual y están reuniendo dinero para construirnos casitas, pero nada concreto», añadió Clara Elena Solorzano, de 40 años, que había vivido 17 años en una casa construida por su esposo. «Igual y están reuniendo dinero para construirnos casitas, pero nada concreto», añadió.
La cifra de muertos ascendió a 152 el lunes, conforme crecían las preguntas sobre por qué se había permitido que la gente construyera viviendas en la base de un peligroso cerro junto a un arroyo.
Conred dijo haber advertido del riesgo que corría Cambray desde el año pasado, y que recomendó la reubicación de los vecinos.
Muchos vecinos estaban alojados en refugios. Unos 187 esperaban en catres en el Salón Municipal, un auditorio que suele utilizarse para fiestas y actos públicos. Las familias desplazadas podían encontrar allí alimento, atención médica, actividades para niños y servicios psicológicos.
Las excavadoras continuaban retirando el lunes miles de toneladas de lodo del deslave, prácticamente sin esperanzas de encontrar a alguien con vida y cada vez con más dificultades para recuperar los cuerpos completos. El coordinador de los servicios de emergencia, Sergio Cabañas, indicó que se habían retirado cinco cuerpos más. Unas 300 personas siguen desaparecidas, según algunas estimaciones.
Las autoridades siguen comprometidas con recuperar los cuerpos de las víctimas, pero Maldonado insistió en que «no vamos a exponer vidas humanas innecesariamente».
SANTA CATARINA PINULA, Guatemala (AP)