SEUL (Reuters) – El robo de información personal desde más de 100 millones de tarjetas de crédito y cuentas corrientes en Corea del Sur ha originado masivas muestras de molestia y demandas legales contra las empresas proveedoras de dinero plástico en la cuarta economía más grande de Asia.
Entre los afectados, estarían la presidenta Park Geun-hye y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, según reportes de prensa.Los surcoreanos repletaron el martes una de las sucursales de los bancos afectados por el robo informático para asegurarse de que su dinero estaba a salvo.Abogados, en tanto, dijeron que 130 personas se unieron a una demanda colectiva en contra de sus proveedores de tarjetas de crédito, en lo que se espera sea el primero de varios litigios.
La mayor violación de la intimidad personal en la historia de Corea del Sur ha puesto de relieve aún más la vulnerabilidad de la información de las tarjetas de crédito, después de que millones de datos de titulares estadounidenses fueron robados de la minorista Target Corp durante la temporada de compras navideñas.
Los surcoreanos, en promedio, tienen más de cuatro tarjetas de crédito, algo que ha contribuido a uno de los más altos niveles de deuda personal, en relación con el tamaño de la economía, en el mundo desarrollado.La violación de la seguridad de datos afectó a unos 15 millones de titulares de tarjetas, según estimaciones oficiales, la más grande de una serie de estafas de este tipo contra las firmas financieras surcoreanas que se remontan a 2011. Algunos ataques anteriores involucraron a piratas informáticos que se cree procedían de Corea del Norte, pero en esta ocasión el delito parece haber sido llevado a cabo desde dentro de Corea del Sur.
La información robada incluye nombres, domicilios, números de teléfono, números de cuentas bancarias y de tarjetas de crédito, además de números de identificación, sueldos y números de pasaporte.El Servicio de Supervisión Financiera del país dijo que las contraseñas de las tarjetas de crédito no fueron robadas, aunque esto es un consuelo menor para la mayoría de los surcoreanos, para quienes las transacciones con dinero plástico requieren simplemente un lector de tarjeta y una firma sin necesidad de un proceso de chip y pin.Algunas tiendas ni siquiera necesitan una firma.
La presidenta Park y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, estarían entre aquellos cuya información fue robada. No obstante, funcionarios del Gobierno y de las empresas proveedoras de tarjetas de crédito no quisieron hacer comentarios.