Según la Policía citada por el diario 'The Denver Post', los cuatro hermanos se comunican entre sí con gruñidos y no conocen otro lenguaje. Ni siquiera los niños mayores saben usar el inodoro. Los agentes reportan que los descubrieron en condiciones inhumanas, viviendo en un apartamento lleno de orina y heces humanas y de gatos por todos lados, y con un olor insoportable.
Han presentado cuatro cargos contra cada uno de sus progenitores -Wayne Sperling, de 66 años de edad, y Lorinda Bailey, de 35- relacionados con maltrato infantil grave. Este martes los dos se presentan ante el juez para ser informados formalmente de los cargos en su contra. Los niños están ahora bajo cuidado de los servicios sociales.