Tailandia impone el estado de excepción en Bangkok para hacer frente a las manifestaciones

BANGKOK, 21 enero 2014 (AFP) – Tailandia decidió instaurar el estado de excepción en Bangkok y en sus suburbios a partir del miércoles para hacer frente a las manifestaciones que reclaman desde hace más de dos meses la caída del gobierno.

Ante las manifestaciones y la violencia, el consejo de ministros optó por «el estado de excepción para hacer frente a la situación y lograr que se aplique la ley», dijo el martes en rueda de prensa el vice primer ministro Surapong Tovichakchaikul.

El estado de excepción, que entrará en vigor el miércoles por un periodo de 60 días, otorga más poderes a las fuerzas de seguridad, que sin embargo se han comprometido a no sofocar por la fuerza el movimiento de protesta.

«No utilizaremos la fuerza. No tenemos una política para dispersarlos, por el momento no hemos anunciado un toque de queda», declaró Chalerm Yubamrung, ministro de Trabajo designado para supervisar la aplicación del estado de excepción.

Nueve personas murieron y otros cientos resultaron heridas en más de dos meses de crisis desatada cuando los manifestantes se echaron a la calle para pedir la dimisión de la primera ministra Yingluck Shinawatra.

Los manifestantes piden la renuncia de Yingluck y el final de lo que llaman el «sistema Thaksin», nombre de su hermano Thaksin Shinawatra.

Los opositores denuncian una corrupción generalizada y estiman que Thaksin Shinawatra es quien gobierna realmente desde el exilio.

Thaksin fue derrocado en 2006 por un golpe de Estado, lo que sumió al país en crisis políticas recurrentes debido a la división tenaz entre los que lo adoran y los que lo odian y lo ven como una amenaza para la monarquía.

Para intentar intensificar la presión, los manifestantes lanzaron la semana pasada una «operación» de bloqueo de Bangkok que no ha tenido el efecto esperado. Actualmente ocupan todavía algunos cruces importantes de la capital.

Para intentar salir del atolladero, Yingluck convocó legislativas anticipadas para el 2 de febrero, pero los manifestantes no quieren estos comicios en los que parte como favorito el partido en el poder. El principal partido de la oposición boicotea las elecciones.