Conferencia mundial sobre los océanos en Viña del Mar, Chile

Los océanos del mundo son vitales para alimentar a más de 1.000 millones de personas y son la principal fuente de empleos e ingresos de muchos de esos millones, pero la sobreexplotación de sus recursos, la contaminación con plásticos y otros elementos, la alteración de los ecosistemas y la alteración de su acidez o PH ponen en riesgo la fuente de sustento de generaciones futuras.

La preocupación por la degradación de los mares y sus trágicas consecuencias llevó al secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, a organizar la primera conferencia «Nuestro Océano», en junio de 2014, en Washington. La segunda reunión se realizará en el balneario de Viña del Mar, 120 kilómetros al noroeste de Santiago, el lunes y martes próximos, con la participación de delegados de 90 países.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo en junio, durante el Día Mundial de los Océanos, que los mares son inmensos, pero que «su capacidad para resistir los daños causados por los seres humanos es limitada».

Durante la cumbre en Viña del Mar, se abordarán las amenazas que enfrentan los océanos, como las capturas ilegales que dañan la pesca sostenible, la contaminación marina por productos plásticos, la acidificación de los mares y su influencia en el cambio climático y la importancia de crear más áreas marinas protegidas.

La Mesa del Mar de Rapa Nui, integrada por isleños ayudados por ONGs, participará en la conferencia con la meta de que la isla, a 3.600 kilómetros al oeste del continente, en pleno Pacífico Sur, sea declarada una área marina protegida que sería la tercera más grande del planeta, pues podría contar con más de 600.000 kilómetros cuadrados protegidos.

La presidenta Michelle Bachelet dijo la víspera que Chile tiene 30 millones de hectáreas protegidas y que duplicará ese número «próximamente», lo que puede interpretarse que Isla de Pascua será nombrada área protegida.

«Es una conferencia que tendrá anuncios muy significativos, los que serán hechos por la Presidenta de la Republica», dijo el viernes el canciller Heraldo Muñoz.

La académica Gloria Baigorrotegui, de la Universidad de Santiago de Chile y miembro del Instituto de Ideas Avanzadas del plantel, dijo que también será zona marina protegida las islas Desventuradas, en el archipiélago Juan Fernández.

Baigorrotegui dijo a The Associated Press que entre ambos parques marinos se sumarían 870.000 kilómetros cuadrados, un 23% de la zona económica exclusiva de Chile.

La académica expresó su preocupación sobre los requerimientos de vigilancia de estas nuevas áreas protegidas. Dijo que «sin menospreciar el valor de este anuncio», surge la duda «acerca del cumplimiento real de estos compromisos a la luz de los requerimientos de vigilancia por parte del país».

«Si bien todos sabemos que mamíferos como ballenas, tiburones, etc. están protegidos, también nos toca ser espectadores de su caza ilegal permanente realizada por navíos pesqueros asiáticos, por ejemplo», añadió.

Otro tema es la pesca sostenible, pues según el informe sobre «El Estado mundial de la pesca y la acuicultura» de la FAO, de 2014, el consumo mundial de recursos pesqueros creció por persona de un promedio anual de 9,9 kilos en el decenio de 1960 a 19,2 kilos en 2012.

Se estima que la pesca ilegal captura entre 11 y 26 millones de toneladas anuales, por un valor que fluctúa entre 10.000 y 23.000 millones de dólares. «Estamos entonces frente a la tercera actividad ilegal más lucrativa del mundo luego del comercio de armas y el narcotráfico», dijo Muñoz recientemente.

Chile es muy sensible a la pesca ilegal que no respeta vedas de especies altamente sobreexplotadas, como la merluza, pues sus costas se extienden por más de 4.000 kilómetros de largo, y de paso daña seriamente a los pescadores artesanales.

Sobre la polución marina y el vertido de plásticos a los mares, que cuestan la vida a innumerables especies que los confunden con alimento, un estudio de la Universidad de Georgia de febrero de 2015 afirma que en 2010 se vertieron en los océanos del mundo un promedio de ocho millones de toneladas de plástico, formando virtuales islas de plástico en el mar.

Respecto a la acidificación de los mares, se sabe que al aumentar la temperatura de los océanos, se disuelve más carbono en el agua, lo que cambia el PH marino, causando variaciones en los ecosistemas del mar, afectando la cadena alimenticia de peces, aves y mamíferos marinos. Un ejemplo de esto ocurre en los arrecifes de coral.

Según datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), el acidez de mar ha aumentado en un 30% desde comienzos de la Revolución Industrial.

La tercera conferencia Nuestro Océano se realizará nuevamente en Estados Unidos.

SANTIAGO, Chile (AP)