MADRID, 20 enero 2014 (AFP) – El jefe del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, aseguró este lunes que la región de Cataluña, donde crece desde hace años el sentimiento independentista, no se separará de España ni organizará su pretendido referéndum soberanista mientras él esté en poder.
«Mientras yo sea presidente del gobierno de España no habrá independencia de ningún territorio español», afirmó Rajoy en una entrevista con el canal privado de televisión Antena 3.
«No habrá independencia de Cataluña ni habrá consulta (…) mientras yo sea presidente del gobierno de España», subrayó. Y aseguró tener un plan para frenar el desafío de los independentistas catalanes «haciendo cumplir la ley», sin querer dar más detalles.
Orgullosa de su idioma y tradiciones, Cataluña, con 7,5 millones de habitantes, otrora motor económico de España y ahora una de sus regiones más endeudadas, vive en los últimos años un auge del sentimiento independentista atizado por una crisis económica que acentuó las tensiones políticas.
El jefe del ejecutivo regional catalán, Artur Mas, de la coalición nacionalista conservadora CiU, anunció el pasado 12 de diciembre un acuerdo con otras tres fuerzas catalanas, encabezadas por los republicanos izquierdistas de ERC, para organizar un referéndum de autodeterminación el 9 de noviembre de 2014.
Éste debe consistir en una doble pregunta: «¿Quiere que Cataluña sea un Estado? ¿Quiere que este Estado sea independiente?».
Inmediatamente Rajoy, había respondido tajante: la consulta «no se celebrará» por ser contraria a la Constitución española, afirmó.
«Creo que todo esto no tiene otro objetivo que crear oposiciones y fracturas», dijo este lunes. Y ante los reiterados llamamientos de Mas a negociar afirmó: «yo no le voy a llamar».
En el plano económico, Rajoy se congratuló de la tímida recuperación de la economía española, que en el tercer trimestre de 2013 salió de una recesión de dos años, la segunda desde 2008, y aseguró que este año aprobará una bajada de impuestos «que se aplicará en 2015» y cuyo alcance no quiso precisar.
Tras su llegada al poder en diciembre de 2011 a raíz de unas elecciones legislativas en las que obtuvo mayoría absoluta, el gobierno de Rajoy subió impuestos directos e indirectos en el marco de un draconiano programa de ajuste, de 150.000 millones de euros hasta finales de 2014, para luchar contra un déficit público galopante.