SAN SALVADOR, 20 enero 2014 (AFP) – El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, denunció este lunes la presunta existencia de un organismo «ilegal de inteligencia» manejado por la derecha opositora y pidió a la fiscalía investigar el caso.
En conferencia de prensa, el mandatario pidió al Fiscal General, Luis Martínez, «que de oficio abra una investigación en torno a esta supuesta estructura de inteligencia».
Según dijo Funes, el presidente de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Jorge Velado, admitió a una televisora local que esa agrupación política posee una «estructura» de inteligencia.
«Lo que más me preocupa es que ARENA cuente con una estructura de inteligencia que investiga», remarcó el jefe de estado, tras señalar que constitucionalmente las instituciones con organismos de inteligencia son la Fuerza Armada, la Policía Nacional Civil (PNC) y la Dirección General de Centros Penales, que trabajan en coordinación con el Organismo de Inteligencia del Estado (OIE).
El mandatario señaló además que, según investigaciones oficiales, el supuesto organismo se denomina «Omega» y está dirigido por el general retirado Gustavo Adolfo Perdomo.
A las actividades de la estructura estarían vinculados periodistas y publicistas, así como el expresidente Francisco Flores (1999-2004), afirmó.
Flores está envuelto en un escándalo tras admitir ante un comité del Congreso que lo investiga que recibió durante su mandato montos millonarios de cooperación por parte de Taiwán, que manejo discresionalmente y sin control.
«Tenemos casas donde se reúnen, tenemos ubicados movimientos, decisiones que se toman», remarcó Funes tras sostener que «si ARENA tiene inteligencia paralela como lo confesó hoy el señor Velado, el fiscal tiene que iniciar una investigación de oficio y meter presos a los integrantes de esta estructura de inteligencia».
La denuncia del mandatario surge en momentos que los salvadoreños se alistan para acudir a las urnas el próximo 2 de febrero para elegir al presidente que, a partir del 1 de junio próximo, gobernará el país por los siguientes cinco años.
Las encuestas marcan una cerrada lucha entre la izquierda gobernante y la derecha opositora y vaticinan que, eventualmente, el resultado de los comicios empujarían a una segunda vuelta electoral que estaría programada para el 9 de marzo.