La familia Salvador Úbeda, habitante de la comunidad Tadazna, jurisdicción de Siuna, se encuentra alarmada por la malformación congénita en un becerro que nació con dos cabezas, cuatro ojos y dos orejas.
Algunos escépticos mencionaban que era una manifestación maligna, pero para el productor y dueño del animal, Manuel Salvador Úbeda, estos fenómenos se deben al movimiento de la luna.
El Dr. en medicina veterinaria, Iván Jarquín, menciona que este fenómeno comprende a una degeneración genética, otra teoría radica en el uso discriminado de insumos químicos, más la contaminación del medioambiente.
«Yo me asusté cuando vi el ternero con dos cabezas y cuatro ojos, nunca habíamos visto eso», dijo sorprendido, Israel Úbeda.
Manuel Salvador Úbeda, agregó que «este fenómeno ocurre por los movimientos de la luna. Nunca había visto un animal como éste, lo vamos a cuidar para ver si lo podemos lograr crecer».
Luis Reyes
