Largas filas hicieron centenares de Masayas en cada hogar de la ciudad donde se ubicaba un altar de la virgen de la asunción de María, las tradicionales gorra formaron parte de esta gritería chiquita.
Cientos de Masayas de todas las edades, barrios y comunidades recorrieron las calles de la ciudad para rezar y cantar a la virgen de la Asunción de María, con sus bolsos y sacos llegaban hasta los altares llenos de adornos florales donde las familias con les recibieron con amor y devoción a los fieles.
Esta es un tradición que une a la familia cada quien colabora para poder darle un brindis las familias que viene a cantarle a la patrona en nuestra gritería chiquita refirió doña Melania Rojas.
La tradición de celebrar la gritería chiquita en la ciudad de las flores nace como un manera de agradecerla a la virgen el milagro de haber detenido la furia del volcán Masaya cuando este hizo erupción un 16 de Marzo de 1772 y la lava amenazaba con llegar hasta las viviendas fue en ese entonces que los Masayas decidieron llevar en procesión a la virgen de la asunción hasta el coloso y todo regreso a la normalidad como secuela de esto la santa patrona sufrió una quemadura en el dedo gordo de su pie derecho y hoy es conocida como la virgen del dedito quemado.
Thelma Benavides