Durante una audiencia especial Julio César Mairena Escobar, de 29 años, originario del barrio La Florida de Chinandega, admitió los hechos y confesó a la Juez haber asesinado atrozmente al niño Fernando Josué Quintero, de 9 años, el pasado 6 de julio en el playón La Salinera un manglar de la comunidad La Báscula, jurisdicción del municipio de El Realejo-Chinandega.
En la sala del Juzgado Primero de Juicio a cargo de la doctora Rosa Velia Baca Cardoza, Mairena Escobar admitió que bajo los efectos de la droga y el alcohol bajo engaño lo traslado hasta el manglar, ahí lo desnudó, amordazo y lo introdujo al agua donde lo asfixió y le propinó golpes en la cabeza y le fracturo uno de los brazos.
El asesino aprovecho y pidió perdón a la familia doliente y solicitó la pena mínima, sin embargo don Severiano Silva, padre del pequeño asesinado, expresó que el perdón solo se lo puede conceder Dios. No basta pedir perdón el mato sin piedad a mi hijo, es una pérdida irreparable porque nunca más volveré a verlo, Solicitó señora juez imponer la pena máxima a este criminal, expresó el desconsolado padre.
El abogado de la familia de la víctima Yáder Aguilera, leyó los artículos del Código Penal y pidió la pena Máxima de 30 años de prisión para Mairena Escobar, por los cargos de asesinato por lo que la jueza fijó para las 9:00 de la mañana del próximo miércoles la lectura de sentencia contra Escobar quien solo contaba con el apoyo de su padre y el de un menor de 8 años que parecía ser su hijo.
El pastor evangélico Marvin Osejo de la iglesia El Alfarero de La Bascula ha estado muy de cerca apoyando a la familia de la víctima, dijo que fue un asombro para nosotros recibir la llamada que este hombre había admitido los hechos, esperábamos un juicio largo porque la defensa había solicitado un examen psicológico para hacerlo pasar como enfermo mental, sin embargo Dios ha hecho Justicia esperamos la aplicación de la pena máxima para este individuo quien creo un ambiente de inestabilidad en la comunidad luego que asesino al niño, indico.
Un buen número de habitantes con pancartas en mano, esperaba los resultados del proceso y solicitaron a las autoridades mayor presencia policial en la zona donde aseguraron hay concentración de expendedores y consumidores de drogas, desde que mataron al niño aquí, es un desierto, el parque permanece solo porque tenemos miedo que alguien extraño se acerque y haga algo similar o pero con nuestros niños porque no hay seguridad, manifestó Ana Rosa Ramírez habitante de La Bascula.
Belkiss Medina