Un total de 182 familias hondureñas perdieron sus viviendas, derrumbadas por un deslizamiento provocado por una empresa constructora, informaron este jueves organismos de socorro.«Las casas se han ido cayendo en un efecto dominó, se fue la primera y se va a caer la última», dijo a la AFP Gonzalo Fúnez, ingeniero de la estatal Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), quien participó en un equipo que realizó un estudio de la zona.
Según el experto, las viviendas se levantaron en una zona donde hubo un deslizamiento y la empresa constructora no hizo los estudios geológicos correspondientes antes de construirlas.
La comisión investigadora de Copeco recomendó demoler las viviendas, que quedaron virtualmente colgando en la ladera, para poder estabilizar la zona y evitar daños a la carretera aledaña, la principal del país, que comunica a la capital con la región norte.
El gerente de la compañía constructora, José Santos Arias, fue detenido el martes anterior acusado de estafa por los vecinos. Los tribunales pidieron la captura de otros tres ejecutivos de la empresa.
La justicia ordenó a los propietarios de la constructora indemnizar a los afectados, pero se han negado a hacerlo.
Las viviendas estaban valoradas hasta en 118.000 dólares y fueron financiadas en plazos hasta de 20 años.
Tegucigalpa, Honduras | AFP