Las autoridades del estado brasileño de Acre (norte) sugieren que el gobierno central cierre temporalmente la frontera con Perú para contener un repunte en la inmigración ilegal de haitianos, que se triplicó en una semana, indicó este miércoles un portavoz.
Desde el jueves pasado, entran diariamente a Brasil caravanas con 70 a 80 haitianos. Antes, el número variaba entre 20 y 30.
«La cantidad de caravanas de inmigrantes haitianos que está entrando por la frontera esta semana es muy grande y eso nos preocupa mucho. Temo que haya una tragedia», alertó Nilson Mourao, secretario de Derechos Humanos de Acre, al sitio G1 de Globo.
Un portavoz de la secretaría explicó a la AFP que una «sugerencia» es el cierre temporal de la frontera, pues actualmente el refugio que alberga a estos inmigrantes, que tiene capacidad para 300 personas, está desbordado con unas 1.000.
Según G1, el gobernador Tiao Viana se comunicaría con el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, para pedir este cierre.
«Recomendé al gobernador que pida al ministro el cierre temporal de la frontera para retener a los haitianos por el lado de allá en Perú hasta que logremos drenar este flujo», indicó Morao.
Los inmigrantes haitianos ven en Brasil una especie de Eldorado tras el terremoto que devastó ese país en 2010 y desde entonces unos 20.000 inmigrantes han llegado al gigante sudamericano, más de la mitad de manera irregular en redes de tráfico humano, según datos de la ONG Conectas Direitos Humanos.
Generalmente, los inmigrantes ilegales, que son rápidamente regularizados y reciben papeles de trabajo, permanecen poco tiempo en Acre pues son contratados como mano de obra en otros estados.
Pero por ser inicio de año, tiempo de vacaciones de verano (boreal) en Brasil, muchas empresas no están reclutando y los haitianos permanecen en el estado fronterizo.
En abril de 2013, Acre decretó «emergencia social» ante la fuerte ola de inmigración ilegal, principalmente de haitianos, pero también de países africanos como Senegal y asiáticos como Bangladesh.