Una lenta pero sostenida bajante de los ríos se registraba este miércoles en el centro-este de Argentina donde las inundaciones tras fuertes tormentas en los últimos días dejaron tres muertos y 11.000 evacuados, según el balance oficial.
En la rica pampa húmeda, corazón agropecuario del país, persistían rutas intransitables, campos anegados, cortes de energía y miles de evacuados en centros de ayuda.
La provincia de Buenos Aires, la más poblada del país que representa cerca del 35% del PIB nacional, es la más afectada junto con La Pampa y el sur de Santa Fe.
El Ministerio de Defensa anunció este miércoles el envío de personal del Ejército para asistir a los damnificados.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, anunció en rueda de prensa la duplicación por tres meses de las jubilaciones y asignaciones sociales para los afectados por las inundaciones.
La provincia de Buenos Aires también anunció la eximición del pago de impuestos urbanos y rurales para los inundados.
Según los reportes meteorológicos, el nivel de los ríos comenzó una lenta bajante desde la madrugada de este miércoles, pero se esperan lluvias hasta el viernes, aunque de menor intensidad.
En la ciudad de Salto, zona productora de soja y maíz a 200 km al oeste de Buenos Aires, el río homónimo creció hasta 9,30 metros el martes «pero descendió 10 centímetros en las últimas horas», dijo a Radio Provincia el alcalde, Oscar Brasca.
En Luján, de unos 100.000 habitantes a 70km al norte de la capital argentina, el río homónimo registró su mayor crecida en años a 5,41 metros, pero se mostraba estable este miércoles.
Sin embargo persistía la inundación en el casco histórico de la ciudad, destino turístico y religioso para decenas de miles de peregrinos que visitan su tradicional Basílica cuyos pasillos fueron ganados por el agua.
Buenos Aires, Argentina | AFP
