En Arabia Saudita un predicador acusado de torturar y matar a golpes a su hija de cinco años fue sentenciado a ocho años en prisión y 600 latigazos.
El caso de Fayhan al Ghamdi se dio a conocer en todo el mundo a principios de este año cuando se sugirió que un tribunal saudita podría dejarlo libre.
Grupos de activistas organizaron una campaña, llamada Yo Soy Lama, en honor a la niña, para presionar a las autoridades para que no se le dejara libre.
Al Ghamdi aparecía en canales de la televisión por satélite como predicador, pero los círculos religiosos no lo reconocían como clérigo.