Prácticamente llevado a la extinción por las autoridades fiscales, el Museo del Pinball reabrió esta semana cuando un fallo lo salvó de caer permanentemente al hoyo.
El museo de sótano tiene alrededor de 130 máquinas y el propietario, Balazs Palfi, dice que es la colección más grande de su tipo en Europa. Las visitas pueden jugar cuantas veces quieran al pagar su entrada de 2.500 forintos (8,80 dólares). TripAdvisor lo recomienda como una de las mejores atracciones de Budapest.
Palfi abrió el museo en abril de 2014 con su colección personal.
«Nuestro objetivo es coleccionar los modelos más populares y emocionantes de todas las eras», dijo Palfi. «El modelo más antiguo es de 1871 y la primera máquina moderna de pinball es de 1947».
A pesar de obtener un permiso gubernamental, el museo rápidamente se metió en problemas con el fisco, que se opuso al sistema de precio inicial y no hizo distinción entre la exhibición de juego libre y las máquinas tragamonedas en bares que cuestan dinero y ofrecen premios.
El museo cerró en mayo porque Palfi no quiso arriesgarse a fuertes multas, pero un fallo a favor del museo en julio y un nuevo sistema de boletaje aliviando las preocupaciones fiscales, le permitieron reabrir.
El museo tendrá un torneo de pinball en noviembre y los 128 lugares se ocuparon en 30 minutos.
Entre las temáticas de máquinas favoritas de todos los tiempos están las de Star Wars, los Simpsons, Indiana Jones e incluso una mesa Bally inspirada por «Pinball Wizard», la exitosa canción de The Who.
Marvin Fessler, un turista suizo de 20 años, dice que se enteró del museo a través de internet y antes sólo había jugado pinball en computadora.
BUDAPEST, Hungría (AP)