Terror y zozobra dejó entre los lugareños en el sector de El Jicarito, San Antonio de Oriente Francisco Morazán, Honduras; el asesinato de una anciana de 64 años de edad.
La anciana fue atacada con un leño por dos hombres que le querían robar una bolsa solidaria de las que da el gobierno central, la cual ella había escondido.
La víctima es Gregoria Salgado Izaguirre, quien fuera atacada el domingo anterior dentro de su casa de habitación, ubicada exactamente en el caserío de El Carboncito.
Según reporte policial de los agentes asignados a esa zona, el domingo anterior a eso de las 7:30 de la noche fueron notificados sobre el lamentable suceso.
De inmediato varios policías se trasladaron al lugar y confirmaron el deceso de Gregoria Izaguirre, quien yacía sin vida toda ensangrentada y tirada en la entrada de su vivienda.
A la par del cuerpo estaba tirado un pedazo de madera todo ensangrentado.
La fémina murió por los golpes que le dieron en su rostro y cabeza.
Sin Piedad
Al momento del asesinato, la víctima únicamente se hacía acompañar por su único hijo, una persona sorda muda y con algunos problemas mentales.
De acuerdo a los relatos de algunos vecinos de la sexagenaria muerta, el domingo anterior solo escucharon los gritos de terror del hijo.
Cuando llegaron al lugar vieron a la mujer tirada en el suelo, aún con vida pero con golpes de muerte en su cabeza y cara, en un charco de su propia sangre.
Las conjeturas de varios pobladores sobre el abominable crimen es que a la mujer la llegaron a asaltar y como descubrió a los amigos de lo ajeno decidieron quitarle la vida para que no los denunciara.
Todos los meses a ella le entregaban una Bolsa Solidaria de las que da el gobierno, pero así como se la daban se la robaban porque la dejaba guardada en la cocina de su casita, explicó una amiga de doña Gregoria.
Bolsa de alimentos
Aparentemente para evitar que le robaran las provisiones de comida por quinta vez consecutiva, la sexagenaria decidió esconderla en su cuarto de habitación.
Al llegar los ladrones y no encontrar la bolsa en el lugar de siempre se llenaron de furia y entraron al cuarto, donde la mujer quiso defender su provisión y fue atacada a golpes con un leño.
El hijo sordomudo aparentemente pudo ver los hechores y con señas dio a entender que fueron dos hombres los que atacaron a su querida madre.
Ayer el cuerpo fue retirado de la morgue capitalina para darle cristiana sepultura en la comunidad de El Jicarito.
La Tribuna