SAO PAULO, 13 enero 2014 (AFP) – Doce personas fueron asesinadas entre la noche del domingo y la madrugada del lunes en el interior del estado de Sao Paulo, informó la policía a la AFP.
La Policía Militar dijo que continúa investigando las causas de las muertes, todas registradas en la periferia de la ciudad de Campinas. Más temprano había dicho que sólo podía confirmar diez decesos. «No hemos determinado si esas muertes están relacionadas, sólo sabemos por ahora que ocurrieron en la misma región», dijo a la AFP un portavoz de la policía militar.
Algunos de los asesinatos fueron perpetrados por criminales que estaban dentro de vehículos, precisó la policía más temprano. Las muertes ocurrieron en la periferia de Campinas, un importante centro industrial y urbano ubicado a unos 90 kms al norte de la capital, Sao Paulo.La prensa brasileña había informado más temprano que eran 13 las personas asesinadas, pero luego redujo la cifra a una docena.
El sitio de noticias G1 reportó además que al menos tres autobuses fueron incendiados y otros siete destruidos en un terminal de buses del barrio donde se registraron los asesinatos. G1, que cita fuentes policiales y de guardias locales, dijo más temprano que tres de los muertos llegaron a recibir atención médica pero no sobrevivieron, mientras que el resto falleció en el lugar de los crímenes. El diario O Estado de Sao Paulo, por su parte, señaló que los asesinatos ocurrieron horas después de que un policía que estaba de descanso fuera abatido durante un intento de robo en un puesto de gasolina en la misma región.
En julio un informe sobre un mapa de violencia publicado por el Centro de Estudios de América Latina afirmó que un millón de personas fueron asesinadas en Brasil entre 1980 y 2011, lo que convierte al país en el séptimo más violento del mundo. El estado de Sao Paulo enfrentó una ola de violencia criminal a fines de 2012 que dejó más de un centenar de muertos, entre ellos varios policías. Sin embargo, en Brasil las ONG y observadores en temas de seguridad urbana o derechos humanos alertan sobre las prácticas extremadamente violentas de la policía.