Científicos de la Universidad Maimónides, en Buenos Aires, han obtenido células progenitoras de la retina a partir de células madre adultas del tejido graso. Destacan que es un avance clave para terapias futuras de problemas en la visión.
El proceso permite obtener un cultivo potencialmente reparador de la retina a partir de un subgrupo concreto de linfocitos y células del tejido adiposo del paciente. "Con esta población de linfocitos, las células de la grasa al día siguiente eran un poco distintas. Y al tercer día empezaron a aparecer estructurar propias del ojo, es decir, las células ya adquirieron no solo los marcadores del ojo sino también las formas, como los conos o los bastones", explica Moviglia.
Lo innovador del método es que permite producir células con potencial terapéutico a partir de las células del propio individuo, mientras que anteriormente en este tipo de investigaciones solían utilizarse células embrionarias o células modificadas genéticamente en un laboratorio. Además, para las terapias genéricas suelen utilizarse células de la médula ósea, cuya extracción es complicada y dolorosa. En cambio, para obtener grasa amarilla de debajo de la piel no se requiere más que una anestesia local.
Hay también otras ventajas importantes. Las células madre de la grasa son de mejor calidad que las de la médula ósea porque 'trabajan' menos y, en consecuencia, son más 'jóvenes'. Además, hay 10 veces más células madre en la grasa que en el mismo volumen de tejido de la médula ósea.