El pueblo de Haití conmemora este domingo cuatro años del terremoto de 7,3 grados en la escala de Ritcher que causó 300 mil muertes y dejó sin hogar a más de 1,5 millones personas. Sin embargo, organizaciones internacionales aseguran que el 90 por ciento de los desplazados ha logrado volver a su lugar de origen, mientras más de 146 mil haitianos siguen vulnerables.
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), cuatro años después, aún quedan 146 mil 464 personas en situación de extrema vulnerabilidad en 271 campos de desplazados, donde viven -según ellos- en pésimas condiciones.
Pese a que el 90 por ciento ha logrado salir de los campos de desplazados, los que quedan son los más vulnerables y viven en la pobreza extrema, subsistiendo en carpas hechas para durar seis meses, pero donde llevan años. Los afectados aseguran que muchas letrinas ya no funcionan y apenas hay servicios básicos.
Por su parte, la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil (ECHO) de la Comisión Europea (CE), citada por EFE, asegura que hay 16 mil 377 familias en riesgo de sufrir un desalojo forzoso por las autoridades y no tendrían a dónde ir.
De igual modo, la fuente asegura que «se estima que 177 campos fueron cerrados así desde 2010 y 16 mil hogares fueron expulsados mediante el uso de la violencia y sin recibir ningún tipo de ayuda».
Asimismo, una encuesta realizada por la Dirección General de Agua Potable en 65 campos de desplazados concluyó que el 92 por ciento de los campos que queda sufre inundaciones recurrentes y que el 88 por ciento está sin tratamiento de desechos.
Un balance de la Unión Europea (UE), destaca que el apoyo humanitario internacional ha estado muy presente en Haití tras el terremoto y es el mayor receptor de ayuda humanitaria europea en toda América.
Al respecto, la comisaria europea para Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, ha reiterado en diversas ocasiones que harán todo lo que haga falta mientras la asistencia «siga siendo necesaria».
Como se recordará, el sismo que sacudió a la nación el 12 de enero de 2010, a las 16H53 hora local (21H53 GMT ), dejó miles de muertos, pérdidas materiales por 7 mil millones de dólares y 1,5 millones de damnificados.
Durante este domingo, declarado día de recuerdo y reflexión en este país caribeño, el más pobre del hemisferio occidental, se izará la bandera a media asta.
Según una nota oficial, el presidente haitiano, Michel Martelly, encabezará los actos de recordación que incluyen una ceremonia religiosa ecuménica en el lugar de la más grande fosa común con restos de víctimas de la catástrofe.
teleSUR
