El ex primer ministro de Israel, Ariel Sharon, falleció este sábado a la edad de 85 años, en un hospital de Tel Aviv (capital) tras pasar más de siete años en coma intensivo y conectado a un respirador artificial.
Reconocido en su país como uno de los más inclementes, violentos y radicales militares, Sharon pasó a la historia como un polémico personaje que para algunos es un héroe nacional y para otros un asesino despiadado.
Sharon, que fue jefe de Gobierno entre 2001 y 2006, llevaba desde este último año en coma y su salud había empeorado en las últimas semanas.
El pasado 9 de enero, el Hospital Tel Hashomer, en el que permanecía recluido Sharon, indicó un «Nuevo, dramático y significativo empeoramiento». «Su estado ha pasado de crítico a terminal», agregó la institución sanitaria en esa oportunidad.
Veterano de todas las guerras importantes, desde la Guerra de Independencia de 1948 hasta la Guerra de Yom Kipur, en 1973, Sharon fue considerado como el «mejor» comandante de campo en la reciente historia israelí y popularmente conocido como «El rey de Israel» y «El león de Dios» por sus logros estratégicos.
En 1982, Sharon, al frente del Ministerio de Defensa, dirigió la ocupación del Líbano. Durante la guerra libanesa-israelí se produjo la matanza en los campos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila, realizada por las fuerzas falangistas libanesas, aliadas de Israel.
La comisión israelí que investigó la tragedia consideró que Ariel Sharon «faltó a sus obligaciones», por lo que recomendó su dimisión o cese como ministro de Defensa.
En enero de 2006 Sharon sufrió un derrame cerebral mientras ejercía su cargo y desde entonces permanecía conectado a equipos de sustento artificial a petición de sus hijos que no perdían la esperanza de que el estado de salud de su padre podría mejorarse.
teleSUR