Las autoridades policiales hondureñas expresaron ayer que en la masacre de la colonia Luisiana podría tratarse de una lucha de territorio entre pandillas, pero sus parientes sostienen que eran buenos hombres.
A eso de las 7:30 de la noche de anteayer, como de costumbre, un grupo de jóvenes que regresaba de jugar fútbol se detuvo en una calle de la referida colonia, para conversar.
En ese momento apareció un turismo de características no establecidas del cual se bajaron dos sujetos armados, quienes comenzaron a disparar contra los hombres.
Producto de la balacera Cristian Jonathan Aguiriano Colindres (34) murió de inmediato, a consecuencia de varias heridas de arma de fuego.
Mientras que otras cuatro personas resultaron heridas, por lo que fueron trasladadas al Hospital Mario Catarino Rivas, donde murieron Maynor López (21) y Rodas Fannuel Chavarría Montoya (33).
Pese a la versión de la Policía, familiares de los fallecidos expresaron que estos no formaban parte de ningún grupo delictivo, pues eran hombres que se ganaban la vida honradamente.
Para el caso, los dolientes de Aguiriano Colindres, manifestaron que este laboraba en una ebanistería y no tenía enemistades.
Balas perdidas
Mientras que parientes de Chavarría Montoya, dijeron que laboraba como operario en una maquila y que al momento de la balacera se encontraba en una pulpería comprando una recarga telefónica y tortillas.
Él no estaba con los otros muchachos, sino que en la pulpería comprando tortillas y una recarga, pero desafortunadamente las balas lograron alcanzarlo, expresó uno de sus parientes que prefirió no identificarse.
Entre tanto, los familiares de López se limitaron a decir que también laboraba en un taller de ebanistería.
La Tribuna