Por qué Dios me la tuvo que llevar así, repetía entre lágrimas el padre de la niña que murió por el ataque de dos perros Rottweilers, mientras acariciaba suavemente el vidrio del ataúd donde depositaron el cadáver de su pequeña.
La desgarradora escena se vivió cuando la menor era velada en la residencia donde ocurrió la tragedia que ha conmocionado a todo un país.
Le pido a Dios que me devuelva ella era feliz con nosotros, suplicaba Ángel Ariel González López, evidentemente destrozado por la irreparable pérdida.
Los sollozos y lamentos de consternación e indignación por la muerte de la menor se escuchaban en cada uno de los rincones de la vivienda.
Minutos más tarde los restos mortales de la menor fueron trasladados al cementerio Jardines de Amor Eterno en Choloma, Cortés.
El terrible suceso se registró el pasado martes cuando en un descuido la niña se salió al patio y uno de los perros rompió la cadena y la atacó a mordidas.
Posteriormente la bisabuela intentó salvarla, pero el otro Rottweiler también arrancó la cadena y se le lanzó a la señora.
La niña fue trasladada de emergencia al Hospital Mario Catarino Rivas, donde murió minutos después.
La anciana se encuentra en estado reservado y según diagnóstico médico perdería su brazo izquierdo.
La Tribuna