Las autoridades de Middletown, Pensilvania, han decretado el estado de emergencia, ante los esfuerzos por regular la asistencia de personas con motivo de la visita del sumo pontífice.
El papa tiene previsto visitar EE.UU. por primera vez desde su elección en 2013 para participar en el Encuentro Mundial de las Familias, convocada cada tres años a nivel internacional por el Pontificio Consejo para la Familia en la que se trata de dialogar y profundizar en la visión católica de la familia.
El evento tendrá lugar los días 26 y 27 de septiembre y se espera que congregue a más de 1,5 millones de personas, según el portal ‘International Business Times’. La policía local considera que la presencia del papa Francisco podría causar problemas de tránsito e intensificar la circulación de trenes en las cercanías de Middletown. Para hacer frente a estos y otros contratiempos, las autoridades locales creen que necesitarán mayor organización y presupuesto.
El Gobierno federal no asumirá los gastos del evento de la visita del papa, afirman fuentes policiales, según las cuales, si se dispusiera de fondos se podrían contar con más herramientas para afrontar la situación de manera óptima.