Sebastián Cantillano de 56 años de edad, murió tras recibir varios golpes en distintas partes de su cuerpo, luego que delincuentes llegaran hasta su centro de trabajo a querer robarle su arma de reglamento.
Don Sebastián no tenía arma, ya que el lugar donde cuidaba no había nada que robar.
Rafaela Gadea, viuda, pide justicia a las autoridades policiales.
Darling Omier