Este fin de semana cientos de feligreses católicos, celebraron a lo grande la solemne bajada de Santa Ana, patrona de los chinandeganos, en el cierre de sus fiestas patronales.
La feligresía vio descender la venerada imagen de Nuestra Señora de Santa Ana del altar mayor de la parroquia colonial que lleva su mismo nombre.
La actividad estuvo llena de coloridos, con el acompañamiento de los y las fieles, más las autoridades locales.
Los fieles católicos recordaron con emoción la tradición que data desde principios del Siglo XVII.
Los devotos repartieron chicha como parte de las promesas obsequiadas a la imagen por los milagros obtenidos, y al recordar que estas fiestas se celebraban en el pasado con pitadas, tambores y la llegada de carretas con frutas provenientes de las comarcas orientales.
Visitas, serenata, misa y procesión por las principales calles de la ciudad, fueron parte de la culminación de la actividad religiosa que inicia a principio del mes de julio y finaliza el 26 del mismo mes.
Belkiss Medina