Un hombre armado abrió fuego el jueves en la noche dentro de un cine repleto de personas en la ciudad estadounidense de Lafayette, Luisiana, y dejó dos muertos y siete heridos antes de suicidarse, dijo la policía.
El tiroteo se produjo en una función de la película «Trainwreck» que comenzó a las 19.00 hora local (0000 GMT) y ocurrió casi tres años después de una masacre en un cine en Aurora, Colorado, donde murieron 12 personas.
El jefe de policía de Lafayette, Jim Craft, dijo que dos personas murieron antes de que el atacante de 58 años de edad se suicidara con un arma de fuego cuando los oficiales llegaron a la escena poco después de 19.30 hora local.
Siete personas sufrieron lesiones que van desde heridas que no amenazan la vida a lesiones críticas, dijo Craft. Las autoridades dijeron que conocen la identidad del atacante, pero darán a conocer su nombre durante la primera etapa de la investigación.
Las autoridades revisaron los autos en el estacionamiento del cine, enviaron oficiales a otros cines en Lafayette y se dirigieron a la casa del hombre armado.
Pero los investigadores no ofrecieron un motivo inmediato tras la acción y el cuerpo del pistolero permanecía dentro del cine varias horas después. Ninguna de las víctimas fueron identificadas de inmediato por las autoridades.
La testigo Katie Domingue dijo al diario local Advertiser que el hombre armado se puso de pie en la sala y comenzó a disparar unos 20 minutos después de que comenzó la película.
«No dijo nada. Tampoco escuché a alguien gritar», aseguró Domingue.
Kiefer Sander dijo a CNN que unas 100 personas se encontraban en el lugar cuando el hombre comenzó a disparar.
El gobernador republicano de Luisiana, Bobby Jindal, viajó a Lafayette, una ciudad de unos 120.000 habitantes ubicada a casi 90 kilómetros al suroeste de Baton Rouge, la capital del estado.
«Como gobernador, como padre y como esposo, cada vez que escuchamos sobre estos actos de violencia sin sentido nos sentimos furiosos y tristes al mismo tiempo», dijo en una sesión informativa.
En una extracto de una entrevista con la cadena BBC divulgada el jueves antes del tiroteo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que su mayor frustración era no haber conseguido la aprobación de leyes de mayor sentido común sobre la tenencia de armas en su país.
EEUU- REUTERS
