SAO PAULO (AP) La agencia defensora de los derechos humanos de la ONU ha reclamado una «investigación inmediata, imparcial y efectiva» de la violencia en una penitenciaría en el nordeste de Brasil donde murieron al menos 60 presos en 2013 en choques entre pandillas.
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas por los Derechos Humanos dijo el miércoles en un comunicado que le preocupan las «terribles condiciones en las prisiones brasileñas» y que pidió a las autoridades que impongan el orden en la penitenciaría de Pedrinhas, en el estado de Maranhao.
Un informe reciente del juez Douglas Martins dice que las autoridades estatales han sido incapaces de controlar la situación en Pedrinhas, provocada por la superpoblación, las peleas entre pandillas y las violaciones de mujeres que visitan a sus esposos, hijos o hermanos.