Hoy inició una investigación en Inglaterra sobre el desplome de un avión norteamericano de combate la noche del martes en Norfolk, ubicado al este del país, provocando la muerte de cuatro tripulantes.
De acuerdo con las autoridades policiales, los restos del avión están dispersos en un área de tamaño aproximado a un campo de fútbol. Entre los restos también se encuentran proyectiles por lo que el lugar permanece resguardado y las carreteras aledañas cerradas.
En las pesquisas sobre el hecho intervienen los servicios de emergencia británicos, el Ministerio de Defensa del Reino Unido, la Fuerza Aérea norteamericana y las autoridades forenses.
El lugar donde ocurrió el incidente presenta complicaciones para la investigación por motivo del estado del terreno, el cual ha estado expuesto a inundaciones en las últimas semanas debido a un temporal que azota el país.
Expertos en temas militares estimaron que se trata de un accidente muy raro, pues la aeronave estaba en buenas condiciones y la tripulación que suele hacer este tipo de maniobras generalmente está muy bien preparada.
AGENCIAS