En Michoacán, México, los grupos de civiles armados que combaten con los territorios controlados por carteles del narcotráfico, siguen avanzando debido a la falta de respaldo que reciben de las autoridades policiales ante esta problemática.
Estos grupos se hacen llamar «autodefensa» y se vienen formando desde hace un año en este lugar. Durante el pasado fin de semana arrebataron nuevos territorios al cartel del narcotráfico Los Caballeros Templarios, que dominan la región.??El sábado entraron por asalto a Parácuaro, una ciudad montañosa de unos 25.000 habitantes, pese a que el gobierno federal aseguró en noviembre que no toleraría la expansión de estas fuerzas civiles.
El secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, explicó el lunes en una conferencia de prensa que han estado pidiendo a los grupos de autodefensa entrar «al orden institucional» y «estar dentro de la norma» para poder ayudar en la seguridad de sus comunidades, y dijo que espera «encontrar respuesta».
En la actualidad, éstas autodefensas aseguran que gracias a sus acciones han logrado proteger al menos una veintena de los 113 municipios que conforman Michoacán, y por tanto van a continuar en la lucha y su respectivo avance, y ahora el próximo objetivo es Apatzingán, bastión de Los Templarios, según declaraciones de Hipólito Mora, líder de este grupo en la comunidad La Ruana.
Además de controlar la producción local de marihuana y los laboratorios clandestinos de drogas sintéticas, Los Caballeros Templarios se financian a través de las extorsiones a pobladores y empresarios, secuestros, y recientemente de la explotación ilegal de minas de hierro, entre denuncias de que gozan de la protección de funcionarios y policías locales.