En la bahía de Golden, en la Isla Sur de Nueva Zelanda, un total de 39 ballenas piloto murieron luego de haber quedado varadas en la madrugada de hoy lunes, según informaron autoridades del Departamento de Conservación del país.
El terrible desenlace de las ballenas se dio después que un grupo de guardas del Departamento de Conservación de Nueva Zelanda estuviera dando seguimiento al grupo de ballenas piloto desde la orilla de Bahía Dorada en horas tempranas del domingo, y a pesar del esfuerzo por impedirlo, los cetáceos quedaron varados a unas 5 kilómetos de la base de Farewell Spit.
Al menos 12 ballenas murieron de manera natural pero las restantes tuvieron que ser desgraciadamente sacrificadas debido a que estaban demasiado adentro de la tierra, lo que hacía imposible devolverlas a su entorno en el agua.
Por su parte, Hans Stoffregen, Ranger del Ministerio de Conservación, dijo que «Es un momento muy triste para nosotros.Pero creo que para los animales, lo mejor es sacarlos de su miseria», según destaca el medio citado.
Las ballenas piloto son algunos de los cetáceos con mayor riesgo de varamiento, con altos índices de mortalidad anual por estos hechos registrados cada año.