El tifón Linfa, que tocó tierra en el sur de China este jueves, ha afectado ya a más de 1,6 millones de personas, de las cuales unas 56.000 se han visto desplazadas de sus casas por las tormentas y los fuertes vientos.
El Departamento de Asuntos Civiles de la provincia de Cantón (sur) informó hoy de que de momento no hay constancia de ningún fallecido por este tifón que ha causado unas pérdidas económicas estimadas en 1.300 millones de yuanes (213 millones de dólares, 192 millones de euros), según la agencia oficial Xinhua.
Un total de 288 viviendas se han derrumbado, mientras que la tormenta, con vientos que han llegado a alcanzar los 126 kilómetros por hora, ha afectado a 130 localidades y cinco ciudades de esa provincia sureña.
Además, la costa oriental de China está desde hoy en alerta roja, el máximo nivel, ante la llegada de un segundo tifón, Chan-Hom, que ya ha ocasionado un desaparecido en Taiwán y 19 heridos en Japón.
El Centro Meteorológico Nacional de China pronostica que el tifón, con vientos de hasta 187 kilómetros por hora, tocará tierra en el gigante asiático entre la madrugada del viernes y la madrugada del sábado.
Más de 10.000 personas han sido evacuadas y 10.000 barcos pesqueros han vuelto a los puertos por precaución en la provincia de Zhejiang (este), la que se prevé que resulte más afectada por el tifón, junto con la de Fujian (sureste).
Agencias