Dos periodistas iraquíes que trabajaban para una estación de televisión local fueron muertos a tiros en la ciudad de Mosul en el norte de Iraq.
La estación de televisión, Al Sharqiya, indicó que las víctimas eran su reportero, Mohammed Karim al-Badrani, y un camarógrafo, Mohammed Ghanem.
A principios de este año las autoridades irquíes suspendieron la licencia de Al Sharqiya acusándola, junto con varias otras estaciones de TV, de incitar a la violencia.
En 2008 cuatro miembros del personal del canal fueron asesinados, también en Mosul.
Ha habido un gran incremento en la violencia sectaria en meses recientes, con más de 4.000 personas muertas desde abril en el país.