El brote de ébola puso de manifiesto las deficiencias de la Organización Mundial de la Salud, informó un panel el martes, aunque no culpó a nadie en particular en la agencia de las Naciones Unidas.
El informe criticó en cambio la cultura burocrática de la OMS al considerar que los esfuerzos tardíos de la agencia por contener el virus se deben en parte a «sus esperanzas de que la crisis pudiera ser manejada mediante una buena diplomacia».
El panel, escogido por la OMS para que examinara su respuesta a la crisis, fue dirigido por Barbara Stocking, exdirectora de Oxfam GB. También incluyó dos altos directivos de la OMS, uno de los cuales se postuló al máximo cargo en la organización.
El panel dijo que los líderes de la agencia permitieron que las consideraciones políticas influyeran sobre sus decisiones. Afirmó que las preocupaciones económicas y las políticas nacionales demoraron la declaración de una emergencia de salud pública. Estas conclusiones confirman una reciente investigación de Associated Press según la cual funcionarios de la OMS se resistieron a emitir la alarma por el ébola por temor a que los gobiernos del Africa Occidental lo considerasen un «acto hostil».
La OMS declaró una emergencia global por el ébola apenas el 8 de agosto, cuando casi 1.000 personas habían muerto por la enfermedad. Se calcula que más de 11.000 personas han muerto por el ébola, la gran mayoría en Guinea, Sierra Leona y Liberia, desde que el brote fue identificado por primera vez en Guinea en marzo del 2014.
El panel indicó que personal experimentado de la OMS envió mensajes advirtiendo desde el principio que el brote era grave. «Esos mensajes no llegaron a los directivos o estos no reconocieron su significación», escribió el panel.
«Fue una escalada de incompetencia hasta el tope», comentó Oyewale Tomori, del Comité de Emergencia del Ebola en la OMS, otro grupo. No le impresionó la conclusión del panel de que el sistema de respuesta de la OMS falló ni su resistencia a identificar errores específicos. «En ningún momento el informe recomienda sancionar a nadie», dijo. «El sistema no está compuesto por mesas y sillas sino por gente».
LONDRES (AP)