Mientras Alemania y España sufren altas temperaturas y Londres registró esta semana su día más caluroso para julio de la historia, los científicos dicen que es «virtualmente innegable» que el cambio climático está aumentando las posibilidades de ese tipo de olas de calor en Europa.
En un análisis de datos en tiempo real difundido el viernes, un equipo de científicos internacionales del clima de universidades, servicios meteorológicos y organizaciones de investigación dijo que el tipo de olas de calor que azotan esta semana a Europa -definidas como períodos de tres días de calor excesivo- se están volviendo más frecuentes en la región.
En De Bilt, en Holanda, por ejemplo, una ola de calor como la pronosticada para los próximos días hubiera sido un evento registrado cada 30 años en la década de 1990. Ahora es posible que ocurra una vez cada tres años y medio, según científicos.
En Mannheim, Alemania, una ola de calor como la ocurrida en los últimos días habría sido un evento único en un siglo en la década de 1990, pero ahora podría ocurrir cada 15 años, dijeron.
Londres también registró su día más caluroso de la historia en julio el miércoles, con temperaturas de 36,7 grados Celsius en el aeropuerto de Heathrow, dijeron científicos.
El análisis de la ola de calor, que abarcó cinco ciudades europeas, es parte de un programa del World Weather Attibution liderado por Climate Central, una organización de periodismo científico basada en Estados Unidos y apoyada por científicos de entidades de todo el mundo.
Entre las organizaciones que la apoyan están Oxford University, University of Melbourne, Royal Netherlands Meteorological Institute y Climate Center van Aalst.
El programa busca usar datos del clima, los modelos climáticos y de pronósticos para mostrar cómo el cambio de patrones del clima están vinculados al cambio climático.
Busca ayudar a ciudades y países a entender y prepararse mejor para un clima más extremo como el registrado esta semana en Europa.
La Oficina Central de Estadísticas de Holanda prevé que un promedio de 200 más personas morirá en ese país por año durante la ola de calor, un aumento del 10 por ciento en las muertes.
Las muertes entre los ancianos aislados son un problema particular y representaron una porción importante del estimado de 70.000 personas adicionales que murieron en Francia y otros países europeos durante la ola de calor de 2003.
LONDRES (Fundación Thomson Reuters)