Uber suspendió a partir del viernes por la noche su servicio de taxis privados de bajo costo en Francia, con la esperanza de calmar una creciente disputa legal y las tensiones, en ocasiones violentas, con los taxistas tradicionales.
La inusual concesión se da luego de que la presión se acumulara durante la semana entre Uber y las autoridades francesas: Dos altos directivos en Europa de la compañía, con sede en San Francisco, fueron detenidos el lunes y deberán enfrentar un juicio ante los cargos de «prácticas comerciales engañosas».
Ello refleja el problema que enfrentan los gobiernos para mantenerse al paso de la velocidad de los avances tecnológicos y cómo gravar operaciones como la de Uber y proteger tanto a trabajadores como a consumidores. Las empresas como Uber alegan que los gobiernos protegen de manera injusta a las compañías establecidas, en lugar de adaptarse a los nuevos tiempos.
Uber Technologies Inc. también enfrenta problemas legales en otras partes de Europa, así como en China e India.
La batalla en Francia se centra alrededor del bajo costo de servicio de Uber en Francia, conocido como UberPop, que vincula a usuarios con conductores sin licencia de taxista profesional o chofer. Las autoridades francesas habían ordenado su cierre, pero Uber se rehusó hasta que una alta corte emitiera una decisión.
El servicio regular de la aplicación de Uber, que conecta a los conductores registrados con los pasajeros, se mantiene en funcionamiento en Francia. Uber asegura que cuenta con 400.000 consumidores al mes en ese país.
PARÍS (AP)