Una mujer policía y cuatro presuntos pandilleros murieron el miércoles en intercambios de disparos entre las fuerzas de seguridad y estas estructuras criminales que en las últimas semanas han arreciado sus ataques contras las autoridades, que de inmediato ordenaron acuartelar a todos los policías ya que esperan que los hechos de violencia continúen.
El director general de la Policía, Mauricio Ramírez Landaverde giró una orden a todos los jefes policiales en todo el país, para que suspendan, hasta nueva orden, «las licencias, permisos y descansos semanales del personal policial».
La decisión se tomó debido a los recientes acontecimientos en los que han perdido la vida cuatro miembros de la institución, «por los ataques realizados por grupos delincuenciales y que de acuerdo a información obtenida, tales hechos van a continuar».
El subdirector de la Policía, Howard Cotto informó que una patrulla detectó la presencia de supuestos pandilleros en una vivienda de una zona rural del departamento de La Paz, a unos 40 kilómetros al sudeste de la capital, cuando se acercaron fueron atacados.
Explicó que uno de los criminales que prestaba seguridad en la zona «abre fuego y lesiona de muerte a nuestra compañera Ana Daysi (Cabrera) y otro elemento policial tiene unas lesiones (de bala) en sus piernas, pero se me informó que está estable».
Detalló que los policías respondieron al ataque y en el intercambio de fuego murieron un hombre y una mujer, «ellos tenían armas». Tras un rastreo en la zona detuvieron a seis personas que serán investigadas si tienen relación con las pandillas.
Desde enero los pandilleros han asesinado a 32 agentes y 13 militares, en su mayoría cuando se encontraban de licencia. El año anterior fueron asesinados 39 policías.
En otro intercambio de disparos, dos presuntos pandilleros fueron eliminados por la policía en la periferia norte de la capital. A los individuos se les incautaron dos armas de fuego y abundante munición.
Entretanto un motorista del transporte colectivo fue asesinado y el cobrados resultó con heridas de bala, en el populoso Barrio San Jacinto, en la zona surte de la capital. En lo que va del año 49 trabajadores del servicio de autobuses del transporte colectivo han sido asesinados por negarse a pagar la renta que les imponen las pandillas.
Según las autoridades, las pandillas que tiene presencia en barrios populosos, están involucrados en la mayoría de crímenes que se cometen en el país.
El 2014 cerró con 3.942 asesinatos, un aumento de 1.429 muertes violentas en comparación con 2013. La tasa de homicidios fue de 68,6 por cada 100.000 habitantes.
SAN SALVADOR, El Salvador (AP)