Un mecánico murió y un agente resultó con heridas de bala el lunes durante un ataque de las pandillas a un taller de la Policía Nacional Civil en la periferia sureste de la capital salvadoreña.
Según las primeras investigaciones de la Policía, un grupo de pandilleros que se transportaban en varios vehículos se aproximaron hasta el taller y dispararon sus armas de fuego dando muerte a un mecánico identificado como Óscar Antonio Carrillo. Un agente de la corporación policial, que habría repelido el ataque, resultó gravemente herido.
De inmediato más de un centenar de policías y militares, apoyados con helicópteros iniciaron un rastreo en la zona.
Las autoridades informaron que gracias al sistema de video vigilancia identificaron dos de los vehículos usados por los pandilleros y se inició una persecución por la ciudad. Los pistoleros abandonaron los vehículos que fueron localizados en diferentes puntos de la capital.
«En este hecho participaron varios vehículos, (pero) se disparó solo de uno», declaró el lunes el subdirector de la Policía, Howard Cotto.
Las fuerzas combinadas de la policía y del ejército realizan cateos casa por casa en las comunidades aledañas a la zona del ataque y reportaron la detención de varios pandilleros que serán investigados por la supuesta participación en el ataque armado.
En los últimos meses las maras o pandillas han arrecido sus ataques contra las autoridades y en lo que va del año estas estructuras criminales han asesinado a 29 policías y un mecánico de la corporación, así como a 13 militares, en su mayoría cuando se encontraban de licencia. Algunos fueron ejecutados frente a familiares.
Los ataques de las pandillas arreciaron luego que el gobierno se negará a negociar con sus cabecillas y respondiera enviándolos a la cárcel de máxima seguridad conocida como Zacatraz, ubicada en el municipio de Zacatecoluca, a unos 56 kilómetros al este de la capital, donde han perdidos todos los privilegios penitenciarios.
Además desmantelaron las organizaciones que funcionaban en el interior de las cárceles y realizaron el traslado de más de 2.700 pandilleros a otros penales, buscando romper la comunicación entre ellos. Según las autoridades las pandillas están involucradas en la mayoría de crímenes que se cometen en el país.
SAN SALVADOR, El Salvador (AP)