Las autoridades tunecinas anunciaron el lunes el arresto de siete supuestos cómplices del atacante que asesinó a 38 personas en una playa turística, mientras altos funcionarios de seguridad europeos rindieron homenaje a las víctimas.
Las autoridades británicas confirmaron que la mayoría de las víctimas eran británicas y el primer ministro David Camerón dijo que era hora de que su país aplicara la «intolerancia a la intolerancia» reprimiendo las ideas que impulsan el terrorismo inspirado por el grupo Estado Islámico.
La oficina de Cameron dijo que se confirmó la muerte de 18 británicos y se cree que la cifra ascenderá a una treintena.
El ministro del interior tunecino Mohamed Najem Gharsalli anunció el lunes el arresto de varios tunecinos supuestamente integrantes de una red que apoyó al atacante Seifeddine Rezgui, un estudiante de 24 años, que fue muerto por la policía cerca del lugar del ataque.
Las autoridades dijeron que actuó solo durante la masacre pero que fue apoyado por cómplices que le suministraron armas y apoyo logístico.
Una persona allegada a la investigación dijo a The Associated Press que siete personas fueron arrestadas por lo menos en tres ciudades y eran interrogadas el lunes en la capital. Requirió anonimato por no estar autorizada a hablar sobre la investigación.
La secretaria del interior británica, Theresa May; el ministro del interior francés, Bernard Cazeneuve; el ministro del interior alemán, Thomas de Maiziere y el ministro del interior belga Jan Jambon acompañaron a Gharsalli a la playa frente al hotel Imperial Marhaba, en el balneario mediterráneo de Sousse, para el homenaje del lunes.
Gharsalli dijo que él y los líderes de seguridad europeos accedieron a colaborar en cuestiones de seguridad y economía.
El ataque del viernes a Sousse fue el más mortífero en Túnez y el peor para los británicos desde los ataques al sistema de transporte público de Londres en julio de 2005, en el que murieron 52 pasajeros.
SOUSSE, Túnez (AP)