El cambio climático aturde a los países que menos impacto tienen sobre el ambiente, y Nicaragua no está exenta.
Por ello la Organización Internacional para las Migraciones reporta que al menos un 6% de la población en el llamado Corredor Seco está experimentando traslados a otras zonas que no están tan resentidas. La organización también detalla que el gobierno está actuando.
La OIM señala en un documento distribuido en un foro sobre cambio climático que el estado debe prestar asistencia y protección a las poblaciones afectadas cuando se produzca una migración forzosa. En este sentido el gobierno trabaja para ejecutar un plan nacional de riego que permita que los productores aprovechen la tierra y el agua sosteniblemente.
Erick Ruiz