Este lunes se decretó la primera «emergencia ambiental» en 16 años por la polución en Chile, donde se disputa la Copa América, y puede en futbolistas de alto nivel afectar a nivel pulmonar.
Las autoridades de la capital chilena rebajaron el nivel de alerta ambiental para el martes, luego de que cedieran levemente los índices de polución que llevaron a decretar este lunes la primera «emergencia ambiental» en 16 años.
Para este martes, el nivel de alerta fue rebajado al «pre emergencia ambiental», un nivel por debajo de la «emergencia ambiental» que se vivió este lunes y que paralizó al 40% del parque automotor de Santiago y a un millar de fuentes contaminantes.
La medida se toma debido a que la capital chilena aún sufre «las malas condiciones de ventilación y con el objeto de resguardar la salud de la población», indicó un comunicado de la Intendencia de Chile difundido la noche del lunes.
La «pre emergencia» obliga a detener al 20% de los vehículos que circulan por Santiago y unas 700 fuentes fijas, y mantiene la recomendación para no hacer deportes en los colegios.
Afectada por una escasa ventilación, altas temperaturas y una prolongada sequía para este época, Santiago afronta uno de los inicios de invierno más críticos en cuanto a polución, en plena Copa América, de la que el país es anfitrión.
Pero, por disposiciones de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) ningún partido del torneo se puede suspender por la alta polución, que en futbolistas de alto nivel afecta a nivel pulmonar, generando una menor oxigenación durante la práctica de actividad física.
Cada año, unas 4.000 personas mueren prematuramente por enfermedades cardiopulmonares asociadas a la polución en Chile, según un reporte oficial de 2014.
Los más afectados, los niños pequeños y adultos mayores, que sufren por enfermedades respiratorios asociados al invierno austral.