Decenas de personas se congregaron hoy en la playa de Ipanema, una de las más conocidas de Río de Janeiro, para reclamar la legalización del «topless», que está prohibido en esa ciudad brasileña por leyes dictadas en «defensa de la moral».
La convocatoria para el llamado «toplessazo» circuló por las redes sociales y fue iniciativa de la actriz Cristina Flores y la productora cultural Ana Ríos, quienes aprovecharon el primer día del verano carioca para protestar contra la «arbitrariedad» que supone esa prohibición.
El llamado fue respaldado en Internet por más de 8.000 personas, pero apenas una veintena de mujeres se concentró en la playa, con los senos desnudos, en los primeros momentos de la manifestación.
Aún cuando eran pocas las mujeres sin corpiño, la protesta fue respaldada por cientos de mujeres y hombres que aplaudieron la iniciativa y se sumaron para exigir «igualdad de derechos».
Cristina Flores fue víctima directa de esa normativa en noviembre pasado, cuando tuvo un altercado con la policía cuando posaba para un fotógrafo, con los senos desnudos, en la misma playa de Ipanema, en el marco de un trabajo para divulgar una obra de teatro.
Ríos, por su parte, consideró una «contradicción discriminatoria» el hecho de que en el famoso Carnaval de Río de Janeiro haya muchas mujeres que desfilan completamente desnudas y que en la playa haya que ocultar los senos, como «si fueran la encarnación del pecado».
Durante la manifestación se exhibieron diversos carteles, como uno mostrado por una asociación de nudistas en el que se leía que «todos son iguales ante la ley» y se exigía «el mismo derecho al topless para las mujeres y los hombres».
Agencia EFE
