Un equipo médico francés ha trasplantado por primera vez un corazón artificial elaborado a partir de tejidos biológicos, que reduce el riesgo de rechazo y funciona de forma autónoma.
La operación se practicó con éxito el pasado miércoles en el hospital Georges Pompidou de París y fue llevada a cabo en el marco de un «ensayo clínico».
Actualmente el paciente se encuentra, bajo vigilancia, en reanimación, despierto y se comunica con su familia.
El equipo se ha centrado en desarrollar un corazón capaz de latir como uno real, acelerando o reduciendo el ritmo cardíaco en función del nivel de esfuerzo de su receptor.
El órgano se basó en la tecnología desarrollada para los proyectos espaciales europeos, utilizando unos sistemas electrónicos en miniatura equivalentes a los instalados en el bus de un satélite de telecomunicaciones.