Después de andar amenazando con una pistola calibre 22 a quien se le pasara enfrente de su camino, Carlos Matamoros de 25 años, recibió un certero escopetazo en la cadera a manos de vigilantes de una calle del barrio Concepción de María, quienes según testigos actuaron en defensa propia.
El estado del joven que andaba bajo los efectos del licor era delicado, por lo que paramédicos de Cruz Roja Nicaragüense lo iban a trasladar a emergencia del hospital Alemán Nicaragüense.
En el lugar quedó tirada la pistola y dos cartuchos de escopetas que los vigilantes detonaron.
Agentes policiales de la estación seis trasladarían a las celdas preventivas a Silvio García de 49 años, autor de los disparos y a su amigo para responder por este hecho registrado exactamente de donde fue la Ferretería, cuatro cuadras arriba, media cuadra al lago.