En la Plaza de San Pedro un hombre de unos 50 años, se roció la ropa con líquido inflamable y luego se prendió fuego.
El primero en socorrerlo ha sido un sacerdote jesuita que iba a trabajar a la Curia y que le ha echado por encima su abrigo y su chaqueta.
Los agentes de seguridad del vaticano han trasladado al hombre hacia el hospital Espíritu Santo.
El hombre presenta quemaduras extensas de tercer grado sobre el 48-50% de su cuerpo, localizadas, sobre todo, en la parte superior, las extremidades, la cara, el tórax y la espalda.
Aún se desconoce las causas que llevaron al hombre a tomar dicha medida extrema.