La epidemia de ébola podría descontrolarse de nuevo en África Occidental y las autoridades de salud no están mejor equipadas para contenerla respecto a un año atrás, dijo el sábado la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF).
«La realidad de hoy es que si el ébola se desarrolla otra vez esto ocurriría en agosto y septiembre, y creo que a duras penas lo afrontaríamos mejor respecto a la última vez», dijo Joanne Liu, en el marco de un encuentro sobre el ébola en Dakar.
Los líderes del Grupo de los Siete (G-7) países más industrializados del mundo se comprometieron esta semana a eliminar la epidemia que ha causado la muerte de unas 11.100 personas en África Occidental, aunque ofrecieron pocas medidas concretas.
Si bien el virus se está propagando más lentamente que el año pasado y Liberia ha superado el brote, los casos han aumentando abruptamente en las últimas dos semanas en Guinea y Sierra Leona.
«Nos han decepcionado las recomendaciones de la Organización Mundial de Salud y del G-7», presidenta internacional de MSF, en referencia a una reunión desarrollada el mes pasado por la OMS.
La organización no declaró al ébola una emergencia internacional de salud pública hasta agosto del año pasado, ocho meses después del primer caso de la enfermedad, lo que demoró la entrega de recursos y personal para atender el brote en las naciones afectadas.
Jerome Mouton, jefe de MSF en Guinea, mencionó el estado de «semi-negativa» que se vive en torno al virus y dijo que la reticencia era similar a la de hace un año. Agregó que era posible que la enfermedad se expanda nuevamente sin control.
«Estamos en la misma situación en la que somos demasiado optimistas y decimos que está casi terminado (el virus), que no hay problemas, pero de hecho existe un enorme problema por el potencial de que esto se transforme nuevamente en una gran epidemia», declaró.