Yunior Sevilla de 13 años, el adolescente arrastrado por las corrientes este pasado jueves, desde hace 5 meses sufría por la separación de sus padres, por lo que vivía con su papá y sus cuatro hermanos en la casa de los abuelos en el barrio Blanca Segovia de la capital.
El padre fue la última persona que miró con vida a Yunior, cuando las corrientes lo arrastraron camino de regreso de realizar un mandado.
El menor andaba buscando comida para caballos, según indicaron familiares. Sus padres fueron identificados como José Antonio Sevilla y Lucrecia Moraga.
Moraga siente culpa por la muerte de su hijo, pero también responsabiliza al padre por no darle un buen trato, aunque quizás los dos hayan fallado.
La vela del menor se lleva a cabo en el barrio Blanca Segovia y se tiene prevista que el entierro sea a las 10 am en el cementerio Milagro de Dios.
No hay poder humano que puede ante los fenómenos naturales, y este caso trágico debe de llevar a la reflexión a los padres de familia.
Verónica Palacios