Edward Snowden, el ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) que dio a conocer programas de vigilancia electrónica, escribió que está dispuesto a ayudar al gobierno brasileño a investigar el espionaje, pero sólo puede hacerlo si le dan asilo político, porque el gobierno estadounidense «seguirá interfiriendo con mi capacidad para hablar», asi lo dio a conocer un diario brasileño.
En una carta abierta enviada por Snowden, descartó las explicaciones de Washington al gobierno brasileño y otros, de que se trataba de programas de recolección de dato, más que de vigilancia.
«Existe una diferencia enorme entre los programas legales, el espionaje legítimo… y estos programas de vigilancia masiva que colocan a poblaciones enteras bajo un ojo que todo lo ve y salva las copias para siempre», escribió. «El objetivo de esos programas nunca fue el terrorismo: es espionaje económico, control social y manipulación diplomática. Se trata del poder».
Las primeras revelaciones sobre los programas de espionaje de la NSA aparecieron en junio, basadas en algunos de los miles de documentos que Snowden entregó a Glenn Greenwald, periodista estadounidense que vive en Brasil, y a su socia la cineasta norteamericana Laura Poitras.
Según esos documentos, Brasil es el principal blanco de la NSA en Latinoamérica, y ese programa ha incluido el monitoreo del teléfono móvil de la presidenta Dilma Rousseff.
Fátima A. Murillo