La casa de la moneda real de Bélgica empezó a acuñar monedas de un valor de 2,5 euros conmemorativas de la batalla de Waterloo pese a las «protestas» de Francia, que considera que recordar esta última derrota de Napoleón podría crear «tensiones inútiles» en Europa.
Inicialmente, Bélgica proyectaba emitir 280.000 monedas de dos euros, de curso legal en el conjunto de la zona euro, con motivo del bicentenario de la batalla del 18 de junio de 1815 en la que las tropas francesas de Napoleón fueron derrotadas por una coalición de monarquías europeas dirigida por Wellington y Blücher.
«Las protestas de Francia» paralizaron el proyecto, explicó a la prensa el comisario de monedas de la casa de la moneda real, Bernard Gillard.
«Este proyecto es susceptible de producir una reacción desfavorable en Francia» ya que «la batalla de Waterloo es un acontecimiento que en la conciencia colectiva va más allá de una simple evocación de un conflicto militar», dijo en París a sus socios europeos, cuyo aval es necesario.
«El objetivo no era reavivar las viejas querellas. En una Europa moderna, hay cosas más importantes que resolver», comentó el lunes el ministro belga de Finanzas, Johan Van Overtveldt, presente en el momento en que se acuñaron las primeras monedas.
«Pero ninguna batalla ha tenido tanta importancia en la historia reciente ni agita tanto la imaginación como Waterloo», explicó, estimando que este recuerdo «sigue siendo claramente muy sensible en Francia».
Bélgica ha decidido acuñar, unilateralmente, 70.000 monedas de un valor inusual.
Aunque el valor facial es de 2,50 euros y se podrán utilizar en todos los comercios belgas, sin duda los más interesados serán los coleccionistas, ya que se venderán en una pequeña funda plastificada por seis euros.
El reverso de la moneda muestra el «león de Waterloo» encaramado en la colina erigida en el campo de batalla y una reproducción esquemática de la posición de las tropas durante la batalla.
También se acuñarán miles de monedas en plata de un valor facial de diez euros, que se vende por 40 euros. Representa el momento en que el duque de Wellington se entera de la llegada de sus aliados prusianos, con el primer plano del príncipe Guillermo de Orange en una camilla, herido de bala en el hombro izquierdo.
Bruselas, Bélgica | AFP